Tal vez cada hoja de un árbol caracteriza uno de nuestros amigos. El primero que nace del brote es nuestro amigo papá y nuestra amiga mamá, nos muestra lo que es la vida,
después vienen los amigos hermanos, con quienes dividimos nuestro espacio para que puedan florecer como nosotros.
El tiempo pasa, el verano se va, el otoño se aproxima y perdemos algunas hojas, algunas nacen en otros veranos
y otros permanecen por muchas estaciones,pero los que nos dejaron nos hacen felices porque continúan cerca, alimentando nuestra raíz con alegría.
Cada persona que pasa por nuestra vida es única, siempre deja un poco de sí, y se lleva un poco de nosotros. Habrá los que se llevaran mucho pero no habrá de los que no nos dejarán nada.
Esta es la mayor responsabilidad de nuestra vida y la prueba evidente de que dos almas no se encuentran por casualidad.
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