Yo que ensayé mi discurso y de memoria lo sabía hoy frente a ti, me quedo en blanco y las frases se me olvidan. Me miras y me terminas, me rindo cuando suspiras por ti, por ti. Y otra vez me ganas, vuelve a engancharme tu risa, me atrapas en tu camisa en ti, en ti; me pueden tus labios.
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