miércoles, 9 de septiembre de 2009

Thelma & Louise

Hay días en que parece que el sol no quisiera asomarse en el cielo. Días en que todo parece oscuro y el aire se torna espeso. Días en que la palabra "imposible" pareciera ser la única que conocemos.
Son días de corazones rotos, de pesadillas que no terminan. Días de nostalgias, días en que las lágrimas empañan los ojos y amenazan con nublarnos la vista.
Durante estos días, las personas no saben que hacer, los asaltan las dudas y sin darse cuenta se encierran en sí mismos. Una ayuda muy importante en estos días son los lazos que nos unen a las otras personas. Quizá el lazo más fuerte lo represente la amistad. Es un lazo a la ves especial y maravilloso. Es esa fuerza que hace que aunque se prefiera estar en otro lugar, uno se quede firme acompañando al amigo. Es tan fuerte, que aunque los amigos estén a kilómetros de distancia, se comuniquen. La amistad es tan poderosa que no existen ningún tipo de horizontes o limites. No hay barrera de espacio o tiempo que los separe, y sus corazones siguen conectados porque cada uno adopta como propio un pedazito del alma del otro.
La amistad es lo que hace humanas a las personas. Es una clase de amor incondicional. Es tan puro el sentimiento, que no hace faltan las palabras porque con los silencios y las miradas todo se entiende.

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